lunes, 10 de diciembre de 2012

El bosque habitado, El bosque de La Habana. Notas para la serie fotográfica y proyecto expositivo.



El bosque es el lugar. Allí están nuestros antepasados emergiendo en el río del no tiempo del viento y de la luz del bosque. Todos los que han pasado saliendo a la luz o atrapados en su sombra. Las sensaciones en las que nos reconocemos con sus extraños rostros familiares. Te asaltará en cada instante con su belleza, te hará fluir y podrás caer al instante también. El bosque no es traicionero solo ha de estarse atento a sus formas, colores, sonidos, olores. Luces.

Respirarlo, adentrarse y palparlo.
 
 
 
Es su turgencia la que nos habla de historias vividas, historias de otros tiempos y lugares, de otras gentes. Historias de felicidad, de horrores, de invocaciones que quedan impregnadas en la foresta, en el polvo, la humedad o un rastro de luz. Entrecruzamientos quizás intangibles a una superficial mirada, pero allí están, hablándote en lo profundo, como el ronco bramido del ekue.
 
Nuestros recuerdos están allí. En el bosque que nos habita. Sombras profundas o claridades infinitas. Su efecto cegador es el mismo.
 
 
Pues el bosque es certeza.
Y caminos.
 
 
 
Jacqueline Zerquera. Notas para la serie fotográfica y proyecto expositivo en elaboración, El bosque habitado. Trabajo de investigación y creación realizado en el entorno natural, histórico y social que constituye el Bosque de la Habana, en las márgenes del  citadino río Almendares. Fotografía digital.

2 comentarios:

  1. Me gustaría perderme en tu bosque, en la recreación que del mismo has hecho como algo muy personal en tu obra. Ese bosque y su río adyacente formaron parte de mi adolescencia y me trae deliciosos recuerdos.
    Precioso trabajo.
    Gracias por devolver vida a una naturaleza que ha estado a punto del eclipse

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